lunes, 12 de septiembre de 2011

Sobre los falsos críticos y la postura revolucionaria.



En las actuales movilizaciones, se ha posicionado con fuerza una consigna en especial que tiene en jaque a los políticos defensores del capitalismo: esta es la demanda por una educación gratuita y el fin del lucro en el sistema educacional. Este tipo de exigencia pone en cuestión un punto clave en el funcionamiento del neoliberalismo, el cual está dado por la imposición de la lógica mercantil en todos los ámbitos de la vida, lo que en la práctica se traduce en una férrea intransigencia por parte del gobierno respecto a este cuestionamiento.



Sin embargo, es necesario hacer memoria y recordar que esta consigna que tanto le duele al gobierno fue instalada democráticamente por las bases estudiantiles, a contrapelo de lo que era el primer petitorio de la CONFECH, impuesto autoritariamente por las cúpulas del P.”Comunista”, donde se pedía “arancel diferenciado”, en vez de educación gratuita. Actualmente dicho partido oportunistamente busca como salida al conflicto realizar un plebiscito nacional, trasladando la protesta de las calles a un lugar donde ellos y los ricos les conviene: la institucionalidad burguesa. Además hay que tener en cuenta que esta consulta ciudadana no es “vinculante” (es decir, sólo es para tener una opinión ciudadana, no una obligación para que el gobierno haga una política pública) y en caso de llevarse a cabo sería una desgracia que los protagonistas de estas manifestaciones no participen de dicha consulta, puesto que para votar en un plebiscito, se requiere estar inscrito en los registros electorales y como es sabido, los jóvenes mayoritariamente no lo están. Esto último demuestra la clara crisis e ilegitimidad de la democracia burguesa y sus partidos.



Del mismo modo, otras organizaciones proponen irresponsablemente la realización de una asamblea constituyente como salida del conflicto. Sin embargo, estas agrupaciones no consideran que actualmente el movimiento popular no posee la fuerza y la maduración suficiente como para impulsar un proyecto revolucionario y alternativo al capitalismo, lo que conllevaría necesariamente a una cooptación de esta instancia por parte de la maquinaria partidista burguesa, teniendo como consecuencia lo peor que le podría pasar al movimiento popular: la re-legitimación del sistema capitalista mediante un nuevo pacto social interburgués. De esta forma, instamos a los grupos y sujetos que creen en la a. constituyente a informarse respecto a otras experiencias similares tanto en la historia de Chile como a nivel Latinoamericano, donde el modo de producción capitalista está lejos de superarse.



En vista de lo anterior, nuestro llamado en el corto plazo es seguir luchando hasta obtener educación gratuita, fin al lucro y democratizar los espacios educacionales. No obstante, tenemos claro que estas reformas no cambiarán sustancialmente la función que tiene el sistema educacional en este momento, que es producir y reproducir una sociedad capitalista, donde existe una minoría rica y dominante, y una mayoría pobre y oprimida. En ese sentido, nuestro objetivo final apunta a realizar cambios estructurales radicales, los cuales podrían ser llevados a cabo solamente a través de una revolución social. Sin embargo, como pueblo hay que prepararse para dicho objetivo, lo que implica entender que en estos momentos, nuestra tarea como revolucionarios es Crear Fuerza Social Revolucionaria, a través de la construcción de poder popular y autogestión social. Esto implica la necesidad de generar organización y educación política en los espacios que nos desenvolvemos, promoviendo la identidad de clase –somos Pueblo Organizado, no ciudadanos-, la solidaridad y apoyo mutuo  como principios elementales –contrarrestando el individualismo y la competencia imperante-, la horizontalidad –en vez del autoritarismo y soberbia-, la autogestión –para no mendigarle al rico ni sus instituciones para poder funcionar- y lo más elemental, que es la unidad de los revolucionarios. En definitiva, se debe avanzar acumulando fuerzas, uniendo y levantando trabajo político en espacios educativos, laborales, poblacionales, juveniles, etc. Otros aspectos importantes en los cuales debemos avanzar es en la creación de instrumentos comunicacionales al servicio del pueblo, ya que un mecanismo importante de dominación social actualmente son los medios de comunicación de masas. Por ende, hoy en día es necesario crear boletines/periódicos impresos y/o digitales, además de murales, afiches, asambleas, cortes de rutas, que se constituyan como una contrahegemonía capaz de hacerle frente a los insultos provenientes de los voceros de los ricos (la prensa burguesa) y así crear una conciencia revolucionaria en nuestros pueblos.

Un saludo fraterno a todas las organizaciones e individuos que se encuentran movilizados luchando, en especial a lxs que con valentía ejercen la autodefensa como método de lucha.  

¡Ni plebiscito, ni asamblea constituyente… A levantar organización revolucionaria!
Luchar, Crear, Vencer.
Fuerza de Estudiantes Revolucionarios

2° Boletín