jueves, 1 de noviembre de 2012

En septiembre a levantar la lucha del pueblo.


    A 39 años del golpe de Estado de la gran burguesía chilena, encabezado por Pinochet, queremos expresar nuestro más profundo afecto a todas aquellas familias del pueblo que fueron azotadas por la dictadura y su Estado de represión y terror. A todos aquellos que resistieron los primeros años del golpe, a quienes que pese a las dificultades comenzaron a organizarse a fines de los 70s, a los que encendieron las primeras fogatas en sus poblaciones, dando paso en los 80s a una lucha incansable contra la dictadura. A los que lo dejaron todo en las convocatorias a paro nacionales, cuando después de los apagones se desbordaba el pueblo y copaba las poblaciones, aquellos que organizaban la resistencia popular. Para nosotros todos aquellos compañeros/as que hoy yacen en la memoria, muchos de ellos detenidos desaparecidos, son los que hoy nos llenan de fuerza para continuar nuestra lucha contra las injusticias del sistema capitalista.

El golpe de Estado del 73´, fue la estrategia política por parte de la derecha chilena para, en primera instancia, frenar el avance de las masas populares hacia una mejor sociedad y después dar paso a profundas reformas políticas a partir de la constitución del 80´, donde le imprimieron un carácter neoliberal a la dictadura cívico-militar. Pero a pesar de que el pueblo siempre opuso férrea resistencia, principalmente a través de las jornadas de protestas nacionales (1983-1986), impulsadas por el MDP [Movimiento Democrático Popular integrada por el MIR, PS-Almeyda y PC (FPMR), que buscaba una salida revolucionaria] y su política de sublevación de masas, fueron los mismo que avalaron el golpe de Estado, tales como la DC (Democracia Cristiana) que en conjunto con los socialistas renovados, partidos socialdemócratas [agrupados en la AD (Alianza Democrática) que posteriormente decantó en la Concertación de Partidos por le Democracia] y los sectores derechistas dentro del Partido Comunista, que frenaron la resistencia popular ideando una salida pactada con los militares. Es así como se dejó de lado la plataforma política impulsada por el MDP y se impuso un acuerdo nacional, plasmándose primero en el plebiscito (1988) y posteriormente en las elecciones presidenciales de 1990, donde Patricio Aylwin, promotor del golpe de Estado, salió presidente de la republica.

Los integrantes de la Concertación, que impulsaron la salida pactada y la “transición a la democracia”, fueron los que a principio de los 90s comenzaron a perseguir a los revolucionarios que se opusieron a la vía pactada. Así, muchos de los que alguna vez lucharon contra la dictadura, se pusieron a disposición del nuevo servicio de inteligencia, conocido como “la Oficina” (heredera de la DINA y CNI), que se encargó de desarticular a las organizaciones armadas que en los 90s siguieron operando (FPMR, MAPU LAUTARO y algunas estructuras del MIR).

En los siguientes años, la Concertación continuó la hoja de ruta planificada por Jaime Guzmán (principal ideólogo de la dictadura y fundador de la UDI) privatizando y vendiendo todas las riquezas de nuestra larga y angosta franja de territorio, partiendo por el agua, las carreteras, el cobre, el gas y muchos otros recursos estratégicos. Es así que muchos de los que algún día se erigían como acérrimos detractores de la dictadura, llegaron a profundizar y legitimar su política, perfeccionando además el aparato represivo, a partir de políticas de contra-insurgencia importadas desde la Escuela de las Américas en Panamá.

Pero a pesar de todas las complicaciones en la lucha proletaria, el pueblo nunca dejó de organizarse. Siguieron fiel a sus convicciones centenares de compañeros/as, los cuales jamás claudicaron, ni con los embates de la dictadura, ni con la ofensiva de la “Oficina” y los aparatos represivos.

Actualmente el pueblo vuelve a encontrarse y articularse con más fuerza: Ahora con las nuevas generaciones, jóvenes que desbordaron las calles de nuestro país en el 2006 y volvieron el 2011 con mucha más experiencia y madurez política. Pero no volvieron solos, también están los mapuche, las revueltas de Aysén y Freirina, los que
quedaron sin casa por el terremoto del 2010, los pescadores y de a poco los demás trabajadores. En todos lados, comenzó el pueblo a levantar sus legítimas demandas, que ha significado un avance considerable en el proceso de acumulación de fuerzas del pueblo.

Este año nos volvemos a levantar. Esta vez con mucha más claridad, los estudiantes secundarios a través de la ACES sumado a algunas organizaciones estudiantiles apuntamos directamente al control de los espacios educativos, lo que es una gran muestra de como perfilar el PODER POPULAR dentro de los establecimientos educacionales.

Pero como revolucionarios, sabemos que todavía queda un arduo camino por recorrer, en especial, aprendiendo de los que dejaron la vida luchando, para no cometer los mismos errores históricos. Para nosotros es indispensable la unidad de los revolucionaros, para poder estar a la altura de los procesos que se nos vienen en un futuro y así lograr darle una salida revolucionaria al pueblo, sin concesiones con la gran burguesía y el imperialismo.

Hoy los jóvenes tenemos grandes tareas, no solamente por la continuación de la lucha de las generaciones anteriores, sino que también por nuestro futuro. Las organizaciones revolucionarias son los instrumentos que tiene el pueblo para liberarse, bajo esta lógica tenemos que organizarnos, articularnos y nunca dejar de lado las necesidades del pueblo, puesto que es allí donde estamos insertos y nos permite tener sintonía con las masas populares.

Compañeros/as que hoy se encuentran movilizados o en toma, trabajadores que están luchando por sus justas reivindicaciones, pobladores que luchan por conseguir una vivienda, aquellos que están peleando directamente contra las empresas que depredan el medio ambientes: estudiantes, trabajadores, pobladores, mapuche, hombres y mujeres conscientes, este 11 de septiembre desbordemos las calles para remecer las bases del sistema capitalista.


¡Luchamos Para Crear, Creamos Para Vencer!

Fuerzas de Estudiantes Revolucionarios

Chile,2012.




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