Llegó la época electoral y ya empezó la campaña política, donde los aspirantes al municipio llenan de propaganda nuestras ciudades con sus rostros nefastos, acompañados por los líderes más carismáticos (Bachelet, Golborne, etc.) e igual de corruptos que sus grupos políticos. Esta es la fecha en la que candidatos y políticos aparecen en nuestras poblaciones, en nuestras ciudades, en todas partes, diciendo que entienden el sufrimiento de los trabajadores y de los pobres, prometiéndonos el cielo en vida: que no habrá más delincuencia, más basura, menos campamentos y montones de promesas que nunca lo realizarán.
Como jóvenes revolucionarios y populares, REPUDIAMOS A TODOS LOS “POLITIQUEROS”, aquellos que venden ilusiones a cambio de votos y que con su accionar legitiman una democracia burguesa impuesta con sangre y fuego en dictadura. Nuestra confianza la depositamos en nuestro pueblo explotado y oprimido, y nuestra opción estratégica es la creación de PODER POPULAR, al igual como lo hicieron los revolucionarios de los 60´ y 70´. Si bien entendemos que el contexto histórico es diferente, las contradicciones fundamentales de aquel tiempo son las mismas que hoy en día, por lo tanto, debemos adecuar nuestras acciones a este nuevo escenario, pero manteniendo lo esencial: Construir un poder tal que nos permita tomar las riendas de nuestras vidas, es decir, tener control de los espacios de producción (económica/intelectual), políticos y territoriales.
Este empoderamiento se debe realizar integralmente, en beneficio del pueblo trabajador, asumiendo nuestras necesidades y dando plena satisfacción a ellas. Aquello es posible de realizar, sin tener que rogarle y mendigar a los REPREsentantes del pueblo, los llamados políticos, que sólo trabajan en beneficio de una mayor acumulación de ganancias personales y nunca a favor nuestro.
Es por esto que debemos levantar todos los espacios organizativos, que permitan que tomemos nuestras decisiones de manera autónoma, en directo beneficio de la población. Debemos rearticular el tejido social, crear y participar de organizaciones sociales y popular, de carácter horizontal, asamblearias y democráticas, con una clara conciencia de clase, para así, en algún momento, paso a paso, batalla por batalla, alzarnos hacia la conquista de nuestro futuro.
Nosotros producimos las riquezas de nuestra tierra, nosotros somos la clase creadora, nosotros tenemos el poder en nuestra unidad y organización. Empoderemonos de nuestras vidas, patiemos a los chupasangres y construyamos organizaciones de clase para ser libres.
En la única participación política que creemos es en la participación a diario en la pobla, el liceo, la universidad, la calle, el sindicato, el club deportivo, el centro juvenil, el centro cultural, el taller de hip-hop, la comunidad mapuche, las plazas, etc. . No en sus urnas con un papel cada 4 años.
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